¡Hola a todos!
Cómo pasa el tiempo, ¿no? Parece que fue ayer cuando Inma entró en clase con aquella intérprete y todos nos quedamos un poquito asustados al pensar en cómo nos íbamos a comunicar con ella en clase. Sí, me he puesto un pelín nostálgica, pero es que hoy es la última entrada de este blog. ¡OHHHHH! Sí, lo sé, a mí también me da mucha pena que se acabe el cuatrimestre, ahora cuando más estaba disfrutando de las clases, sobre todo de las prácticas, pero todo lo que empieza acaba.
Pues hoy, para despedirnos por la puerta triunfal, os voy a hablar de un tema súper importante. Se trata de la aprobación en las cortes de la ley que reconoce oficialmente la LSE y la LSC, el 28 de junio de 2007 y que, cuatro meses después, el 27 de octubre de 2007, se publicó en el BOE. Como os podéis imaginar, esto supuso un acontecimiento histórico para la Comunidad Sorda.
Este evento, tuvo como protagonista a Ángel Herrero, director de la Biblioteca de Signos de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y “padre” del SEA, de quien os he hablado ya en alguna ocasión. Digo que fue protagonista, porque pronunció un discurso magistral sobre las lenguas de signos, en el Congreso de los Diputados, en mayo del 2006, con motivo del proyecto de ley para el reconocimiento oficial de las LSE y LSC.
En él, argumenta que las lenguas de signos,tienen una gramática propia, y en concreto la del LSE, no se parece en nada a la del castellano. En su discurso, el profesor Herrero, dice que la LSE tiene características de lenguas tan dispares como el japonés, el chino, el bantú y el euskera. (¿Os imagináis que el español tuviera alguna similitud con alguna de estas lenguas? no, ¿verdad?).
En el discurso también habla del SEA, el Sistema de Escritura Alfabético para lengua de signos, ése que he estudiado en las últimas semanas. Este sistema se puede aplicar a cualquier lengua de signos y gracias a él, se puede transcribir cualquier tipo de textos a las lenguas de signos, desde escribir un correo electrónico, hasta traducir una obra literaria (¿os imagináis cómo sería el Quijote escrito en SEA?). Además del SEA, cita también el proyecto que está llevando a cabo: un diccionario histórico de la lengua de signos española que está muy avanzado y que se puede acceder a él desde la Biblioteca de Signos de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Esto confirma que, la LSE es una lengua histórica, ya que este diccionario contiene signos que datan del siglo XVII (ahí es nada), por tanto, esta lengua ha evolucionado como cualquier otra. Ángel Herrero, reconoce en su discurso, el hecho de que una lengua no es una lengua, si detrás de ella no hay una comunidad lingüística y ya hemos visto en clase la importancia de la Comunidad Sorda y su cultura para las lenguas de signos. Por tanto, con esta ley, no sólo se está reconociendo una lengua, sino también, a todas aquellas personas que hacen posible que esa lengua exista.
Herrero no se olvida tampoco de sus antecesores, es decir, de aquellas personas que en España han investigado sobre la educación de los sordos, sobre las lenguas de signos y sobre la sordera. Me estoy refiriendo a la Escuela Española, muy conocida desde el siglo XVII al XIX en toda Europa y que fue pionera en ideas para la educación de los sordos: una de ellas es la dactilología y la otra es la articulación fónica. Sin embargo, en el proyecto de ley, no se hizo mención, de esta escuela como un antecedente histórico.
El discurso de Ángel Herrero, acaba haciendo referencia a la normalización de la LSE y la relación que tiene ésta con la LSC. Ambas cuestiones están estrechamente relacionadas con la idea de cultura. En realidad, la LSE y la LSC no son tan distintas, ya que en las lenguas de signos existe una gran coincidencia léxica. Ya os puse como ejemplo hace unos días, que un sordo que emplee la LSE se puede entender con un sordo que emplee la lengua de signos china, en cuestión de minutos. Además la LSE y la LSC, en concreto, tienen una coincidencia léxica del 70% y la LSC es comprensible para un signante de LSE en un 80%. A la LSC, también se le reconoce su condición de lengua, porque también cuenta con una comunidad lingüística y cultural que tienen un sentimiento histórico de lengua. El profesor, recuerda también que, las lenguas de signos son minortarias y que siempre lo serán, además, su comunidad lingüística está dispersa en todo el mundo. Por eso, recalca la necesidad de crear un centro de normalización lingüística que asegure, tanto la continuidad de las lenguas de signos, como el desarrollo cognitivo de los niños sordos.
Francamente, pensaba que, después de lo del SEA y de su trabajo para la Biblioteca de Sordos de la Biblioteca Cervantes, este hombre no me podía sorprender más, pero, después de leer este discurso, lo ha vuelto a hacer. Realmente, me parece admirable que esta persona oyente, dedique tanto tiempo a luchar por los derechos del colectivo sordo y que encima, conozca tan bien su mundo, su lengua, su historia, su comunidad...tanto, que ha tenido que corregir algunos aspectos de esta ley.
Pero, no os creáis que ya todo está hecho con la aprobación de esta ley, sólo se han dado unos pasos en el camino, ahora hay que recorrerlo entero. Es decir, aplicar la ley, normalizar la LSE y la LSC, impartir la LSE en centros docentes y escuelas de idiomas y un largo etcétera.
Hoy no tenemos vídeos, ni karaokes, ni nada. Así que, para acabar con algo más ameno, os voy a contar lo que hemos dado en las últimas clases prácticas, porque realmente me ha parecido curioso. Durante la última semana, hemos aprendido el nombre de algunos pueblos de la provincia de Alicante. Algunos, como la propia Alicante, San Vicente o San Juan son signos que no representaban nada llamativo, tenían ese signo y punto. Pero, había otros que su signo representaba algo típico del pueblo, como por ejemplo Elche, cuyo signo es igual que el de dátil, el de Benidorm que representa su islote, el de Alfaz del Pí que es una cámara, en alusión a su festival de cine, el de Elda que era un zapato o el de Petrel que hacía referencia a su castillo. Después, tenemos signos icónicos como el de Pego, que ese fue el que más pronto aprendimos, porque simplemente consiste en mover la mano como si fueras a pegar a alguien.
Pero sin duda alguna, el signo que más gracia me ha hecho es el de Campello, porque es igual que el de camello.
Ahora sí que sí, esto es el fin...y como os he dicho, me da mucha pena que se acaben las clases porque eran muy divertidas y encima he aprendido un montón de cosas, tanto de lengua en las clases prácticas, como de todo lo relacionado con ella y con la comunidad sorda, gracias a las clases teóricas y gracias a tener que hacer este blog.
También me da mucha rabia que se acabe ahora, sin saber cuándo voy a poder volver a retomar esta lengua, pero lo que sí que tengo claro es, que quiero continuar aprendiéndola.
No os creáis que, porque acabe esta asignatura, se vaya a acabar también el blog, porque para mí el blog ha sido algo más que el método a través del que me van a evaluar la asignatura (que también). Aquí he contado mis experiencias personales con la lengua de signos y también mis opiniones acerca de noticias o curiosidades relacionadas con la lengua de signos y la comunidad sorda.
Lo dicho, que esto no es un punto y final, sino un punto y a parte, un paréntesis...porque si algún día vuelvo a tener contacto con la lengua de signos, volveré aquí para contarlo.
¡Hasta siempre!
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